Sorprender a un bandido





Sorprender a un bandido de manos grandes
gatillo fácil y verbo atormentado,
no es cualquier cosa
y cuanto más lo pienso, más se complica .

Susurrarle penumbras y sombras
al oído
o gritarle antílopes cubriendo el horizonte
SAL ta RI nes

no creo que le epate.


Hablan tanto de mí entre tinieblas
que no le asombra el brillo
de mis ojos astrales
y aún así, me ama,

ese forajido me ama,

ha decidido amarme
como el mar al témpano
que se le va entregando lentamente
a fuerza de calor acariciante.

Me quiere suya en ese mundo suyo de músculo en tensión
y de lengua irascible.

Suya, tragarme trozo a trozo
y después vomitarme
para empezar de nuevo.
Devorarme
en el santuario donde guarda sus vírgenes,
a solas con su gula incontenible
o con un afán exhibicionista
que le hace alzar mi cuerpo
a la vista de todos
patria y bandera al viento.

Él lo eligió y, a veces,
se arrebata justo como quiero
y me ama
como si yo estuviera en vías de extinción
y no hubiera más hembras de mi especie.

No puedo sorprenderle
siendo plaza cercada por sus dedos,
pero a él parece no importarle.
Sigue jugándose la muerte
cada día en mi boca.

Comentarios

  1. Fuerza arrojada a quemarropa, belleza intensa condensada, brillante la emoción que me embauca en cada detalle que revuelca mi mente.
    Gracias por compartirte!
    Beso.

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  2. Negrita, el bandido te avisa que llegó bien y está todo en orden por ahora.

    Nos vemos en unos días. Extrañame un cachito, si tus otros amores te dejan tiempo.

    Shalom ishâ

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  3. Me gusta eso de revolcarte la mente (da para un poema) porque es lo que buscamos todos cuando leemos a otros ¿no? que nos revuelquen sin dejarnos moratones exteriores (ríome).

    Gracias a tí, Manuel, por compartirme tu emoción.

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  4. Y aunque no me dejen,escritorazo, cómo no extrañarte si cuando te vas se para el mundo.
    Tú cuídate mucho,Coronel, no te vayas a perder por alguna selva de esas que te salen al paso y tenga que montar un operativo para rescatarte (ríome).

    Shalom jaim, hasta tu vuelta.

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¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.