Porque tu corazón es un globo aerostático
engarzado en el cuello del suburbio
y arrastras las clausuras por esquinas carnales de evidencia.
Porque no te resistes al suplicio magnánimo
del intruso de boca desmedida
y son clavos tus dedos en las sienes del convencionalismo acalambrado.
Porque si quieres puedes, asesinar a cóndores
y alzar majestuoso el brazo ametrallado de la vida
resucitando perros con su sarna,
y sujetar el caos con los colmillos
del vendaval que duerme en tu lengua hiperbólica.
Porque sin pies caminas pedregales de tiempo y mudo gritas !alto!
y el mundo se detiene en su vorágine
al paso de la bestia del bozal luminoso.
Porque eres el ojo de todas las mirillas,
el objetivo abierto a todos los cadáveres
el hambre del verdugo de ucrónicos mengeles
y la sed del albero
¡Oh piedra torturada por el pico del verbo malicioso!
has preñado de pájaros
mi boca de nenúfares violentos.
¡Cuánto habría que hablar de trampantojos!
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