Si no reflejo el sol me voy velando
como una luna amarga, dura, altiva,
que ha guardado sus muertos en la maleta oscura
de la sabiduría
porque de nada vale añadir cargas viejas
a la siempre onerosa de caminar erguida
y mantener la altura con tanto golpe bajo
sin que se desencaje la sonrisa.
Me difumino a solas, solamente,
como un borrón de tinta sobre el agua,
como una luna amarga, dura, altiva,
que ha guardado sus muertos en la maleta oscura
de la sabiduría
porque de nada vale añadir cargas viejas
a la siempre onerosa de caminar erguida
y mantener la altura con tanto golpe bajo
sin que se desencaje la sonrisa.
Me difumino a solas, solamente,
como un borrón de tinta sobre el agua,
desesperadamente me abro a un cielo
que es sordo, ciego y mudo a mi llamada.
Tan alta que no puedo ni tocarme,
tan triste como un ave en una jaula,
sin soga que me ate a mi presente
ni hombre que por mí ponga la cara.
Que el mundo que me mira tome nota
esta noche no hay luna en la ventana.
que es sordo, ciego y mudo a mi llamada.
Tan alta que no puedo ni tocarme,
tan triste como un ave en una jaula,
sin soga que me ate a mi presente
ni hombre que por mí ponga la cara.
Que el mundo que me mira tome nota
esta noche no hay luna en la ventana.
Comentarios
Publicar un comentario