El último mohicano.





No me hables de pretéritas victorias,
de cuando eras mil pulsantes Muh-he-con-ne-ok,
que están llamando a guerra
los tambores de todas las derrotas
y soy el pecio de todos los naufragios




que habitan en tus ojos, si me miras,
como miran los hombres desolados.
Cada vez que me tocas,
hay un punto y aparte florecido,
un paréntesis tibio y envolvente,
una coma crisálida y cometa,
que se esconden del Norte tenebroso
de esa brújula errática
que sólo besa el Sur dónde no existo,
porque no existe el verde del enebro
de agujas afiladas.

Recuerda mohicano,
que va tu cara y cruz quemando etapas,
hiriéndose la carne
en la carrera ciega hacia la cumbre
del verso de los solos.

Observa que el instante
de coronar la cima de mi boca
-tan desagradecida-
no espera el quid pro quo
de tu demonio oculto.

Sólo tu olor corriendo
sorteador de rocas
con el carcaj repleto de venganza,
me hará mirar tu nombre
tan secreto,
tan último.

Comentarios

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.

Antología Ultraversal. Poética del Arrebato. Edit. Libros en Red.
Este libro es un perfecto ejemplo de cómo autores de diferentes etnias, nacionalidades, costumbres, educación y condiciones sociales pueden llegar, a través de un mismo idioma, a congeniar poética y humanamente desde su particular idiosincrasia. Está dirigido tanto a los lectores amantes de la poesía de nuestro tiempo como a los que se inician en cualquier camino literario, y también a los interesados en la riqueza léxica del español, a los traductores y a todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre la enorme diversidad de idiomática de los países hispanoparlantes. Es una brillante alianza intercultural a través de la palabra como nexo artístico. Un libro de identificación y búsqueda, escrito para abrir puertas y ventanas emocionales de vital sugerencia en las paredes de cada intimidad.

¿Cuántas realidades hay?

¿Cuántas realidades hay?
Neuromante, emocionauta y hasta una broma digital llegado el caso, pero yo que le leo y le siento y me enfrío o me caliento sin posibilidad de escape ante su voz, digo que ahí hay un hombre único que crea realidad y se recrea a sí mismo en la palabra y se define entre lo abstracto y lo concreto y ocurre en mí de la misma forma en que yo puedo ocurrir en él, con la fugacidad de una brutal quemadura que al enfriarse deja una cicatriz indeleble en la piel.La palabra crea la emoción y la emoción es la realidad más pura, más intensa, más exacta del hombre, la que mueve el mundo para bien y para mal.No hay nada que no se pueda expresar cuando se siente, porque, incluso si se tratara de un mero ejercicio intelectual de un autor talentoso, desde el momento mismo de escribirlo está creando la tensión que lo hace real para el que lo recibe y siente al recibirlo. Lo único que podría matar su extrema realidad, sería su silencio.

Nautas

Akhenazi. Espacio a tu costado.