La soledad es tuya como tuyo es el tiempo
de devanar las dudas ante cualquier Ariadna
-Teseo del poema que morirá en mis ojos-
y el roce cibernético que, a veces, muerde el frío.
Yo ni siquiera tengo soledad que ofrecerte
porque finjo a deshoras, desnuda y subterránea.
No necesito soles ni ver crecer las lunas
en el rostro cansado de tu papel en blanco.
Arañando las letras con las uñas de usura
que llevo incorporadas, por si vale la pena,
descubro algún misterio en la noche vernal
si le arranco unas briznas a mi propia desgana.
Y por si acaso esperas una mirada limpia,
la mía, cabizbaja, se ha marchado de copas
y anda tras los cristales de cualquier otro bar
donde ofrezcan barato el tequila prohibido.
Tuya es la soledad.
de devanar las dudas ante cualquier Ariadna
-Teseo del poema que morirá en mis ojos-
y el roce cibernético que, a veces, muerde el frío.
Yo ni siquiera tengo soledad que ofrecerte
porque finjo a deshoras, desnuda y subterránea.
No necesito soles ni ver crecer las lunas
en el rostro cansado de tu papel en blanco.
Arañando las letras con las uñas de usura
que llevo incorporadas, por si vale la pena,
descubro algún misterio en la noche vernal
si le arranco unas briznas a mi propia desgana.
Y por si acaso esperas una mirada limpia,
la mía, cabizbaja, se ha marchado de copas
y anda tras los cristales de cualquier otro bar
donde ofrezcan barato el tequila prohibido.
Tuya es la soledad.
Yo cargo con toda la soledad del mundo.
ResponderEliminarDeja algo para los demás. (ríome).
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